BENEFICIOS DE LA LECTURA EN VACACIONES

¿Ya tenéis lecturas para las vacaciones?
Los niños que dejan de leer en verano sufren un retraso en sus destrezas

Despejar la mente, alejarse de los libros, quién no lo necesita de vez en cuando. Y sobre todo después de un duro curso escolar durante el cual, a menudo, los niños han leído más de lo que deseaban. Porque, a veces, leer es sinónimo de estudiar, de nervios, de una ficha que hay que terminar... Y es lógico (¡y necesario!) que, en vacaciones, nos relajemos a este respecto.

Pero dejar la mente "en barbecho lector" durante los meses de verano tiene consecuencias negativas para los niños. La desconexión total de la lectura durante un par de meses puede significar un retroceso en su aprendizaje, según lo demuestran varios estudios. En concreto, dejar de leer en verano origina en el cerebro un retroceso de entre dos y tres meses en determinadas destrezas y una pérdida de léxico.



Y es que, como le sucede a un atleta que deja de entrenarse, las habilidades lectoras sufren un retroceso cuando dejamos de leer por un periodo de tiempo prolongado. Esto se aprecia especialmente en los niños que están empezando a leer (o que ya llevan unos años aprendiendo pero aún no han logrado una lectura fluida). Lo mismo sucedería con otros procesos implicados en la lectura: capacidad de comprensión, de expresión, amplitud de vocabulario...

Es lo que se ha dado a conocer como "pérdida del verano", "desaprendizaje del verano" o "pérdida del aprendizaje en verano", que yo creo que nos afecta a todos un poco pero resulta mucho más evidente en los niños que están en pleno proceso de desarrollo y aprendizaje. Y es que, aunque el agotamiento sea real después de tantos meses de colegio y son necesarios los paréntesis en las vacaciones, no hay que aislar al niño del proceso de aprendizaje, aunque se haga de otra manera, a otro nivel, sin exámenes, sin presiones, sin prisas...

De este modo, cuando se incorporan de nuevo al colegio en septiembre tienen "las pilas cargadas" y, manteniendo ciertos hábitos, no habrá retroceso en su aprendizaje sino, bien al contrario, el niño o niña seguirá aprovechando los múltiples beneficios de la lectura, también en verano y se producirá un avance en sus aptitudes.

Además, la "pérdida de verano", podría ir sumándose año a año, o al menos así lo vieron los autores de un estudio que analizaron este hecho (en familias de nivel socioeconómico bajo). Mientras que si se ofrecía oportunidades a los chicos de seguir aprendiendo y leyendo en verano, esas diferencias se atenuaban.

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Fuente: https://www.bebesymas.com